lunes, 17 de julio de 2017

Un trabajo tranquilo

Nunca quise ser enterrador, pero ya ves, la vida es así y no había ningún otro trabajo disponible.
¿Y a mi qué me cuentas? Te estarás preguntando. Es más, hace un par de semanas hasta te habría parecido gracioso, curioso o yo que sé el conocer a un enterrador. Lo sé, me ha pasado muchas veces. Ligar ya era otra cosa, a nadie le gusta que le digan en un bar “soy enterrador” A todo el mundo le recuerda que un día tendrá que morir y eso siempre, pero siempre, da mal rollo y quita las ganas de echar un buen polvo.
Pero ahora me necesitas, a mi y otros cuantos como yo, acostumbrados al cementerio, a los ataúdes, al mal olor y los llantos de la familia y amigos. Ahora NOS NECESITAS. Ahora ya no soy el bicho raro, el cuervo de mal agüero... Ahora soy el tío al que vienes buscando para que te ayude en esta situación de mierda.
¿Quién nos lo habría dicho hace dos semanas? Desde luego yo no me lo habría creído y tú seguramente ni te hubieses acordado de que la gente como yo existe y es necesaria. Antes lo era, necesaria, hoy somos imprescindibles, ¿verdad?

Sí, voy a ayudarte, deja de lloriquear un rato, anda, pero necesito tomarme una cerveza y charlar un rato. Estoy cansado de toda esta mierda ¿sabes? ¡Venga siéntate! Ya arreglaremos el mundo luego. No hay prisa, todavía tenemos tiempo.

¿Qué si no entré en pánico hace dos semanas dices? ¡Por quién me tomas! Cualquiera en su sano juicio habría entrado en pánico. Tú también lo hiciste ¿no? Solo que yo los tenía más cerca, los vi aparecer antes. Me escondí cagado de miedo hasta que no pude más y la desesperación dejó paso al valor. Dicen que la supervivencia nos hace héroes.
Todo fue muy confuso aquí ¿Dónde te pilló a ti?¿En el piso 30 de un rascacielos? Seguro que hasta tuviste tiempo de volver a casa. Joder, nunca voy a olvidar a aquella familia. Los primeros en caer. Sus caras de incredulidad, alivio, esperanza y horror. Estaban enterrando a la abuela. 96 años tenía la mujer, una familia grande. Estaban todos. Siempre he sido partidario de las cremaciones. Si hubiesen incinerado a la pobre yaya todos se habrían ido tan tranquilos a casa. Pero no, tradiciones, seis pies bajo tierra. Todo bonito hasta que la abuela sale escopetada del ataúd corriendo más que en sus mejores años, con todo ese maquillaje mortuorio ridículo y sus mejores galas... y decide zamparse a su esposo, y ya que está, a toda la puñetera familia. ¡Claro que salí por patas! ¡Aquello era una locura! No estás preparado para algo así. Da igual cuantos libros hayas leído o cuantas pelis de Romero hayas visto. Es una puta locura que no puede estar pasando. Pero va y pasa ¡Joder! Y tiene que pasar en tu turno.
El día siguiente seguíamos aquí encerrados, escuchando las noticias muy quietos, esperando a que los jodidos zombies entrasen a comernos de una vez por todas. Pero no, parece que rehuían el sitio. Es el olor de la carne quemada, ahora lo sé. Sí, para vosotros también tuvo que ser una pesadilla, lo sé, lo sé, pero no teníais a los putos muertos levantándose de sus tumbas en donde estabais, ¿a que no?
Acierto y error. Así aprendimos a combatirlos la primera semana. Éramos siete, hoy quedamos dos. Ni caso a las guías de supervivencia, las películas o series que hayas visto. Esos cabrones odian el fuego. Y sí, también pueden morir... o volver a hacerlo.

¿Qué si encontrarán la causa o la cura? ¡Yo qué se!¡Qué se encarguen de eso los médicos y los científicos! A mi me contrataron para vigilar este cementerio y a sus muertos y es lo que hago.

¿Y quién dices que se ha levantado esta vez?¿Tu hija?
Ni idea de por qué unos se levantan antes que otros. O por qué a algunos les cuesta salir más de sus tumbas. Ni puñetera idea.

Vale, dale a ese botón y espera un rato. Ya está, crematorio encendido. ¿No quieres venir conmigo? Lo entiendo, lo entiendo. Cierra la puerta cuando salga, cuando vuelva daré tres golpes. Alcánzame la pala. Ya me encargo yo. El pago ya lo sabes. Ahhh y si te da por morirte que sea fuera de este cementerio, ¿de acuerdo? Ya me estoy cansando de tanto muerto dando paseitos.

Un trabajo tranquilo decía la oferta. Un trabajo tranquilo que podrás compatibilizar con tu familia o estudios ¡Ja! Un trabajo tranquilo...  

________________
DEP Mr George A. Romero. Esperemos que sea el primero en levantarse y comerse unos cuantos cerebros.
Yavannna

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Studio Mommy (© Copyright 2015)