—¡Sálvame!¡Soy un
náufrago! —Lloriqueaste el día en el que te conocí.
Realmente parecías
desamparado en aquel mar de neón frío que te hacía parecer aún
más enclenque y pálido de lo que eras.
Años más tarde supe tu
historia; cómo habías acabado en aquella fiesta suicida en uno de
los peores tugurios de Ur y por qué te habías fijado en mí, pero
aquel día eras tan solo un hombrecillo pidiendo ayuda con gesto
desesperado.
Al ver cómo te miraba
sonreíste y y agarrándome del brazo me condujiste a la lluvia
artificial que caía en la calle, esa lluvia falsa, casi cálida,
para crear la ilusión de estar en casa.
Pasaste aquella noche
conmigo. Almas contrarias en cuerpos opuestos. Tú tan pequeño,
pálido y delgado, con el largo cabello negro mojado escurriendo por
tu rostro huidizo me mirabas, alta y morena, con la piel tostada por
tantas horas de trabajo diurno, una de las pocas trabajadoras del
turno de día. A fin de cuentas Marte no está pensado para los
madrugadores.
Despertaste aquella
mañana antes de que lo hiciese yo, acostumbrada a ello y te llevaste
todo lo que considerabas de valor, chucherías que no merecían el
dolor de aquel robo, la infamia de que fueras mi amante solo por unas
migajas.
Y al volver aquella
tarde, estabas esperando en la puerta de mi cubículo con cara de
pillo y gesto avergonzado. Entraste detrás mía, no se por qué te
dejé pasar, pero ¡Fíjate! Años más tarde aquí sigues. Tu no
conseguiste tu billete de vuelta a la Tierra vendiendo mis
pertenencias, por arrepentimiento. Yo decidí no partirte la cara
cara nada más verte... y aquí sigues, queriéndome, siendo un
naufrago en Marte, en la ciudad de neón.
_________________
Texto improvisado para los juegos "La isla de Namumbú" bajo las siguientes premisas:
- Extensión máxima 1 cara de folio
- El protagonista tiene que ser un estafador de gran corazón
-Tiene que haber una mujer de gran fuerza
-Hay que empezar o acabar el texto con "¡Sálvame, soy un náufrago!"
-Escribirlo en 2º persona
________________
Yavannna
0 comentarios:
Publicar un comentario