Por una brizna de aire

Intento auparme, como una niña pequeña, como un hada enjaulada, como un animal en cautiverio, para llegar a esa ventana, tan lejana, allí, en el techo.

Salto, extiendo los brazos... y nada, no consigo ni tan siquiera alcanzar un diminuto rayo de luz con las manos, un reflejo efímero en el nácar de las uñas, un soplo de viento.

Resignada me siento en el suelo - maldigo - golpeo de manera incosciente el gris azulejo.

Miro con resquemor a la planta que se alza sobre un tallo grácil, buscando una libertad que yo ansío, agitándose con briznas de aire que a mi me faltan, usurpando la luz solar que tanto tiempo hace que no siento.

Jugueteo con el primer objeto que encuentro a mano para matar las horas de hastío, se me escapa y sale disparado - ¡Mierda! - El boli se destinta sobre una montaña de informes que debería haber entregado ayer....

Miro el reloj, es la hora, recojo todo a velocidad ultrasónica y salgo despedida por la puerta...

Mañana, otro día de trabajo.

Yavannna